Los 4 ingredientes secretos para crear un salón positivo y motivador que enriquece la experiencia del aprendizaje.

Abi Sánchez

¿Alguna vez has intentado aprender un nuevo lenguaje? 

Si es que sí, ¿cómo hiciste esto? Lo hiciste a través de solo un formato o intentaste varias cosas, como escuchar música, ver programas, practicar gramática o hablar con otros que hablan el lenguaje. La verdad es que el camino hacia aprender una nueva lengua no es un camino recto, sino que es una combinación de caminos.

La multimodalidad de aprendizaje integra diversos modos de enseñanza para crear un ambiente más completo e inmersivo para los estudiantes.  

¿Qué tipo de estilo de aprendizaje prefieres al aprender una nueva lengua?

• Visual
• Auditivo
• Práctica oral
• Práctica de escritura

See All Options

Primer ingrediente- La visualización

La visualización juega un papel fundamental dentro de un salón de idiomas, ya que es multicultural, motiva, ofrece contexto y ayuda a facilitar el entendimiento. A través de la visualización logramos tangibilizar términos que pueden sonar ajenos para los estudiantes. Para mí esto es fundamental ya que a través del uso de textos,  videos, imágenes culturales o clips musicales podemos apoyar la comprensión y despertar la curiosidad del estudiante.

El día de los muertos - México

Lo visual permite que los estudiantes se sumerjan en la diversidad de la cultura del español. Dentro de mi salón me gusta mucho incluir vídeos de las diferentes tradiciones de países hispanohablantes para brindarles a los estudiantes una experiencia más auténtica. Me gusta mostrarles videos y recibir sus opiniones a través de foros de discusión interactivos.

Segundo ingrediente- Lo auditivo

La comprensión auditiva juega un rol esencial dentro del salón, ya que es una de las habilidades esenciales para conectar con el mundo hispanohablante. A través de lo auditivo, el estudiante no solo desarrolla la comprensión auditiva, sino que también se expone a la diversidad lingüística del español. Me gusta incorporar materiales auditivos como canciones, clips de películas o series, podcasts o conversaciones reales. Por ejemplo, utilizo la música no solo para motivar, sino también para enseñar vocabulario y expresiones comunes dentro de diferentes contextos culturales. También me gusta incluir mini clips de shows para enganchar a los estudiantes, por ejemplo, dentro de la unidad del bienestar miramos un clip de la famosa serie La rosa de Guadalupe donde se hablaba de la nomofobia. Después de ver el video, discutimos en clase lo que escucharon en el videoclip, deduciendo el significado de lo que es la nomofobia y cómo esta afecta la salud de los jóvenes.

Tercer ingrediente- La práctica oral

La práctica oral es uno de los pilares esenciales dentro de la enseñanza de un idioma, ya que les permite a los estudiantes interactuar usando el idioma. Yo integraría la práctica oral de una manera recurrente para que los estudiantes se sintieran cómodos al tener que hablar en español. Ya que es muy común que se sientan intimidados por tener que hablar en una lengua en la que no son nativos por miedo a cometer errores.  Dentro de mi salón  me gusta utilizar actividades interactivas como juegos y role-plays. Por ejemplo, una de mis actividades favoritas es Café alrededor del mundo, donde los estudiantes trabajan en equipos para crear un póster o mini presentación. A la hora de presentar, uno de los miembros del grupo se queda y presenta mientras los demás visitan otro grupo. Después de cada ronda, el presentador cambia; estas mini-presentaciones ayudan a reducir la ansiedad, ya que se hacen en grupos pequeños, y fortalecen la seguridad al hablar en público. ¿Qué tipo de actividades orales haces dentro de tu salón?

Cuarto ingrediente- La práctica de escritura

La escritura es una parte esencial dentro del aprendizaje de un nuevo idioma, ya que es una plataforma que le permite al estudiante practicar el vocabulario y la gramática en contextos concretos. A mí me gusta adaptar actividades creativas y dinámicas para emplear la práctica de escritura. Por ejemplo, para practicar vocabulario de la unidad de salud, los estudiantes podrían escribir un blog donde comparten tips de la salud con otros estudiantes. Luego podríamos poner enlaces a estos blogs en un foro de discusión donde todos puedan visitar los blogs de sus compañeros y escribirles comentarios. De esta manera, la escritura se convierte en una herramienta de expresión y reflexión, no solo en un requisito académico.

Complementando lo visual, auditivo, oral y escrito con actividades dinámicas (hands-on) y la tecnología podemos fomentar un salón que refleja el uso del idioma de manera más auténtica. Al priorizar la comunicación con la multimodalidad, los estudiantes se sienten motivados y conectados con el idioma. ¿Cómo incluyes estos cuatro ingredientes dentro de tu salón? Si tienes algunas sugerencias, no dudes en dejarme un comentario, siempre estoy buscando maneras de mejorar mi enseñanza.